En TrustMaker acabamos de publicar “Gestionar la confianza corporativa: un impulso estratégico para el negocio”, un metaanálisis de más de treinta fuentes que confirma algo que vemos a diario con nuestros clientes: la confianza ya es una palanca crítica de competitividad.
¿Por qué hablamos de confianza?
Vivimos entre polarización, desinformación y fatiga institucional. En este contexto, la confianza marca la diferencia: aumenta la resiliencia ante crisis, genera valor financiero y activa la preferencia del cliente y el compromiso del talento. Tal y como se desprende del análisis, las organizaciones que inspiran confianza ofrecen una mayor previsibilidad y reducen la exposición al riesgo, actuando como un auténtico escudo frente a crisis o escenarios adversos. De hecho, según datos de Ipsos, entre las personas que confían mucho en una empresa, el 51 % definitivamente le daría el beneficio de la duda en una situación de crisis, en comparación con solo el 10 % entre quienes tienen una postura neutral.
Una de las contribuciones clave de la confianza corporativa es la generación de valor financiero medible. Tal y como demuestran los análisis de Trust Across America, las empresas incluidas en el índice Trust 200 (las 200 empresas cotizadas grandes más «confiables») obtuvieron un rendimiento 70% superior a sus pares del S&P 500 entre 2012 y 2022, evidenciando que la gestión activa de la confianza se traduce en mejor desempeño.
En este sentido, cabe destacar que la gestión de la confianza se traduce en ventaja comercial: en 2025, el 88 % de los consumidores considera la confianza es tan importante como el precio o la calidad en sus decisiones de compra, según Edelman. Así, más de la mitad de los clientes solo compra a empresas en las que confía plenamente (Euromonitor), y las marcas percibidas como confiables duplican sus niveles de recomendación.
En términos de gestión del talento e impacto en las personas empleadas, las empresas que gestionan la confianza interna pueden lograr mayor productividad y bienestar. Estudios recogidos en el informe señalan que los empleados que confían en su organización disfrutan más de su trabajo, se sienten más alineados con el propósito y asumen mayores niveles de compromiso. De hecho, según Slack, los equipos que se sienten respaldados por la confianza incrementan notablemente su productividad.
Nuestro marco de gestión: Modelo TrustMaker
Para pasar de la teoría a la acción, trabajamos según el Modelo TrustMaker, que traduce la confianza en comportamientos medibles y replicables a través de cinco drivers: autenticidad, coherencia, empatía, transparencia y foco en el medio y largo plazo, cimentados en la ética como principio rector. En términos prácticos, esto exige cumplir compromisos, comunicar con claridad, escuchar y actuar en función de los grupos de interés, reconocer errores y orientar las decisiones hacia la sostenibilidad futura.
“Generar y gestionar la confianza es un imperativo estratégico para el éxito empresarial.” — Sandra Sotillo, fundadora y directora ejecutiva de TrustMaker.
Presentación del informe
El pasado 5 de noviembre presentamos el informe en la escuela Noaway, donde presentamos los principales hallazgos del estudio y celebramos un diálogo de la mano de Elena Herrero-Beaumont (Ethosfera e Inbonis Rating) y Enrique Arribas (autor de Marcas Con fianza y vicepresidente de la Asociación de Marketing de España), junto con Sandra Sotillo. Quienes compartieron sus conocimientos y opiniones sobre el estado de la confianza corporativa, su impacto en la estrategia y la ética en el gobierno corporativo.
Nuestra metodología de inteligencia
El estudio forma parte de la serie Trust in Trends y lo hemos desarrollado desde Trends & Insights, nuestro servicio de inteligencia contextual y competitiva, que combina una suite propia de IA, la experiencia del equipo y un ecosistema curado de fuentes.
El informe completo está disponible aquí: Gestionar la confianza corporativa: un impulso estratégico para el negocio (PDF)



